jueves, 24 de mayo de 2007

Nadie sabe para quién trabaja

Por Paola Farías

Es de opinión corriente sostener que los fármacos sólo sirven para combatir aquellos problemas para los cuales fueron diseñados, pero no siempre es así. Un ejemplo de ello es lo que ocurre con ciertos anticonceptivos que han demostrado una alta eficacia para combatir el acné. Como el acné aparece a consecuencia de una excesiva actividad de hormonas masculinas, conocidas como andrógenos, las nuevas terapias contra esta enfermedad de la piel están prescribiendo el uso de anticonceptivos orales.
Este tipo de estrategia terapéutica basada en un nuevo uso de ciertos fármacos no es la única arma contra el acné. Tomando en consideración que existen diversos tipos de acné, no es extraño que en ciertos niveles esta enfermedad vaya asociada a trastornos sicológicos en el paciente (cuadros de baja auto estima o depresión). De ahí que el suministro de fármacos se suele dar en el marco de una terapia mucho más amplia que incluye diálogos o entrevistas con sicólogos o psiquiatras.
La automedicación es una costumbre muy arraigada en nuestra sociedad, especialmente cuando los tratamientos pueden exceder las posibilidades económicas del paciente y, estando el paciente en una situación desesperada (especialmente en casos más graves), la propensión a la automedicación es muy alta.
No es extraño para los especialistas encontrarse con ciertas prácticas desesperadas de automedicación, lo cual puede tener consecuencias muy graves para los pacientes según el tipo de acné que padezcan y el grado de infección que presenten. Situación especialmente complicada para las mujeres, para quienes una errada automedicación puede ocasionarle graves consecuencias colaterales como menstruación irregular, dolor de cabeza, náuseas, cambios en el estado de ánimo y sensibilidad mamaria anormal, entre otras. Esto es válido incluso para la ingesta de una baja dosis hormonal.
Es muy probable que los fabricantes de anticonceptivos orales nunca sospecharan que serían capaces de estar produciendo un fármaco que fuera tan eficiente para combatir otras enfermedades. Se trata de quienes se esmeran en encontrar una cura para determinadas enfermedades o quienes revisan una y otra vez las cualidades de un fármaco, los que han descubierto casualmente nuevos usos para productos que fueron concebidos originalmente para propósitos muy diferentes a los que se les ha reconocido.

2 comentarios:

Fmina dijo...

Queremos felicitar a nuestras compañeras, por los temas importantes que están presentando semanalmente en este blog. Lo más valorable fueron los consejos de Shantal, pero el gran aporte estuvo en la crónica de Paola Farías. Esperamos que continúen trabajando y entregando más datos con respecto a la mujer de hoy.

Revista Digital Scire dijo...

El artículo es bastante interesante, por la manera en que está escrito y debido a que el contenido está muy investigado. Además que es bueno informarse sobre el tema del acné, que no tiene mucha difusión en textos periodísticos con respecto a sus "desesperadas medicaciones" en los afectados por esta enfermedad.