Por Alejandra SalazarEl alcoholismo es un problema social, más aún cuando se trata de adolescentes. Los padres son uno de los individuos que más sufren, no sólo con los desvelos cuando sus hijos están de salida, sino porque les preocupa las consecuencias.
El alcohol es un problema que ataca fuertemente en estos tiempos. Bares, discotheques, plazas llenas de jóvenes que desean distraerse con unos tragos, y la gran mayoría se toman algunos de más. Esto no sólo se ve los fines de semana, sino que muchos lo hacen a diario, y es ahí donde está el problema porque repercute en la vida normal de una persona.
Las preocupaciones y la presión de los padres por sus hijos hace que muchas veces el adolescente se aleje más aún y que se involucre más en esta vida desequilibrada. Es por eso que es necesario que los padres tomen precauciones.
Los especialistas en este tema dicen que hay diferentes factores por los cuales un adolescente puede caer en el alcoholismo y en las drogas. Uno de los factores más frecuente es que el joven se siente con la necesidad de identificarse con un grupo de amigos ya sea para sentirse aceptado como para divertirse. Otro de los factores es olvidar los problemas, muchos jóvenes consideran que el alcohol y la droga son elementos distractores y que hacen que sus problemas se acaban a la hora de consumirlos.
Hay un factor muy grave que para muchos adolescentes, salir y pasar el rato con los amigos sin alcohol no es diversión. El alcohol estimula la corteza cerebral, lo que provoca que la gente se vuelva más eufórica y ocurrente. Esto puede causar el descontrol y una conducta que sin la dosis etílica no serían capaces de asumir.
En el año 2002 según el Consejo Nacional de Consumo de Estupefacientes (Conace), el 19 por ciento de los jóvenes que están entre octavo y cuarto medio consumió alcohol cinco o más días en un mes; y el 13 por ciento reconoció tomar cinco o más tragos en una salida de un día sábado por la noche. El estudio arrojó que la edad promedio de inicio de consumo es a los 12 años. Históricamente el hombre encabezaba las estadísticas. Sin embargo las mujeres están por alcanzar la cabecera.
Según el Conace en el 2002, el 54,5 por ciento de las adolescentes entre 12 y 18 años consumieron más alcohol que los hombres de su misma edad. Esto se debe a diferentes factores, pero uno de los principales se debe a que la mujer se está acomodando al cambio de rol social.
Los especialistas dicen que para la gran mayoría de los adolescentes este consumo no siempre causa daños posteriores, debido a que la adolescencia es una etapa de búsqueda y exploración de la identidad.
El problema es cuando el adolescente tiene predisposición genética al consumo del alcohol, baja autoestima, depresión y en general problemas conductuales. Estos están más propensos a tener un consumo problemático.
La genética es un factor que no es menos al analizar los causantes del alcoholismo. Estudios norteamericanos comprobaron que el cerebro de algunos individuos transforma el alcohol en una sustancia química llamada acetaldehído. Ésta es muy tóxica. Sin embargo se elimina como dióxido de carbono y agua. En las personas que son genéticamente predispuestas esta sustancia tóxica no es eliminada completamente y la cantidad que queda en el cuerpo se va al cerebro. Este es un sedante de potente adicción.
Para que los padres eviten que sus hijos sea adictos es importante inculcarles seguridad desde la infancia. Sin embargo nunca es tarde para comenzar a enseñarles a sus hijos y hacerlos sentir seguros de sí mismos. Apreciando y confiando en ellos. Enseñando a involucrar en su joven mundo la capacidad de desición.
En general para prevenir es recomendable que los padres tengan la capacidad de llegar a una conversación madura y condescendiente con sus hijos para que haya una negociación en la solución al problema. Es importante hablar abiertamente acerca de los riesgos cuando se abusa del alcohol. También es debido supervisar pasivamente. Y no restringir las salidas, sino más bien cuidarlos y estar atento ante cualquier riesgo. No demostrar los desvelos, sino más bien despertarse para ir a buscarlos o preguntar sólo para saber cómo han llegado.
El alcohol es un problema que ataca fuertemente en estos tiempos. Bares, discotheques, plazas llenas de jóvenes que desean distraerse con unos tragos, y la gran mayoría se toman algunos de más. Esto no sólo se ve los fines de semana, sino que muchos lo hacen a diario, y es ahí donde está el problema porque repercute en la vida normal de una persona.
Las preocupaciones y la presión de los padres por sus hijos hace que muchas veces el adolescente se aleje más aún y que se involucre más en esta vida desequilibrada. Es por eso que es necesario que los padres tomen precauciones.
Los especialistas en este tema dicen que hay diferentes factores por los cuales un adolescente puede caer en el alcoholismo y en las drogas. Uno de los factores más frecuente es que el joven se siente con la necesidad de identificarse con un grupo de amigos ya sea para sentirse aceptado como para divertirse. Otro de los factores es olvidar los problemas, muchos jóvenes consideran que el alcohol y la droga son elementos distractores y que hacen que sus problemas se acaban a la hora de consumirlos.
Hay un factor muy grave que para muchos adolescentes, salir y pasar el rato con los amigos sin alcohol no es diversión. El alcohol estimula la corteza cerebral, lo que provoca que la gente se vuelva más eufórica y ocurrente. Esto puede causar el descontrol y una conducta que sin la dosis etílica no serían capaces de asumir.
En el año 2002 según el Consejo Nacional de Consumo de Estupefacientes (Conace), el 19 por ciento de los jóvenes que están entre octavo y cuarto medio consumió alcohol cinco o más días en un mes; y el 13 por ciento reconoció tomar cinco o más tragos en una salida de un día sábado por la noche. El estudio arrojó que la edad promedio de inicio de consumo es a los 12 años. Históricamente el hombre encabezaba las estadísticas. Sin embargo las mujeres están por alcanzar la cabecera.
Según el Conace en el 2002, el 54,5 por ciento de las adolescentes entre 12 y 18 años consumieron más alcohol que los hombres de su misma edad. Esto se debe a diferentes factores, pero uno de los principales se debe a que la mujer se está acomodando al cambio de rol social.
Los especialistas dicen que para la gran mayoría de los adolescentes este consumo no siempre causa daños posteriores, debido a que la adolescencia es una etapa de búsqueda y exploración de la identidad.
El problema es cuando el adolescente tiene predisposición genética al consumo del alcohol, baja autoestima, depresión y en general problemas conductuales. Estos están más propensos a tener un consumo problemático.
La genética es un factor que no es menos al analizar los causantes del alcoholismo. Estudios norteamericanos comprobaron que el cerebro de algunos individuos transforma el alcohol en una sustancia química llamada acetaldehído. Ésta es muy tóxica. Sin embargo se elimina como dióxido de carbono y agua. En las personas que son genéticamente predispuestas esta sustancia tóxica no es eliminada completamente y la cantidad que queda en el cuerpo se va al cerebro. Este es un sedante de potente adicción.
Para que los padres eviten que sus hijos sea adictos es importante inculcarles seguridad desde la infancia. Sin embargo nunca es tarde para comenzar a enseñarles a sus hijos y hacerlos sentir seguros de sí mismos. Apreciando y confiando en ellos. Enseñando a involucrar en su joven mundo la capacidad de desición.
En general para prevenir es recomendable que los padres tengan la capacidad de llegar a una conversación madura y condescendiente con sus hijos para que haya una negociación en la solución al problema. Es importante hablar abiertamente acerca de los riesgos cuando se abusa del alcohol. También es debido supervisar pasivamente. Y no restringir las salidas, sino más bien cuidarlos y estar atento ante cualquier riesgo. No demostrar los desvelos, sino más bien despertarse para ir a buscarlos o preguntar sólo para saber cómo han llegado.
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Keywords
Alcohol: Cada uno de los compuestos orgánicos que contienen el grupo hidroxilo unido a un radical alifático o a alguno de sus derivados. Bebida que contiene alcohol, en oposición implícita a las que no lo contienen
aldehído acético.
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