Píldora del día después: de la emergencia a la resaca moral

Por Paola Farías

Alcaldes presentando recursos de protección para detener la orden del Ministerio de Salud, polémica pública, intervención en el debate de científicos y religiosos. ¿El problema? Para ciertos sectores se trata de un medicamento que induciría el aborto y por lo tanto sería contrario a la vida, a la vez que crearía un clima de permisividad moral que tendría graves consecuencias. "Me parece que en el fondo está la discusión científica acerca de su carácter abortivo. Y tratándose de la vida de una persona humana, desde su concepción, yo quiero presuponer que todos somos sensibles al derecho a la vida y que nadie utilizará eufemismos como ‘interrupción del embarazo’ para referirse al aborto; como supongo que nadie confundirá ‘eutanasia’ con evitar el encarnizamiento terapéutico”, señaló en su momento Monseñor Cristian Contreras.
La píldora del día después es un anticonceptivo de emergencia que se caracteriza por tener una alta concentración de hormonas, la cual es efectiva después de un coito sin protección o en caso de un fallo de algún otro método anticonceptivo (como es la rotura del condón). La implantación del cigoto ocurre sobre el día sexto después de la fecundación. Estos fármacos tienen diversos mecanismos de acción dependiendo del momento en el ciclo menstrual cuando es tomada. Estos fármacos pueden inhibir o atrasar la ovulación, inhibir el trasporte del ovocito o del semen, interferir en la fecundación, o, después de haber fallado alguno de éstos, alterar el endometrio, pudiendo inhibir la implantación del cigoto, lo que no ha logrado ser demostrado. Aspecto crucial para zanjar el debate sobre las propiedades abortivas de esta píldora. Estas pastillas trabajan activando los mismos cambios hormonales en el cuerpo que las píldoras anticonceptivas regulares, sólo que requieren de una mayor dosis y son menos efectivas que otros anticonceptivos hormonales. Por los motivos anteriores no pueden ser usadas regularmente como método anticonceptivo, y sólo deben ser reservadas para emergencia.
La decisión del Ministerio de Salud se fundó en datos concretos: más de cien mil abortos clandestinos al año, miles de adolescentes con embarazos no deseados. Además, el problema mayor se situaría en los sectores populares que no tienen posibilidades de pagar a precio de mercado en las farmacias por la pastilla. En orden a esos datos, es que el Ministerio decidió repartir gratuitamente la pastilla en los consultorios populares a todas las mujeres que lo requieran, incluyendo menores de edad con o sin consentimiento de sus padres.
Tras diversas disputas legales finalmente la Corte Suprema permitió el reparto de la pastilla del día después tal como lo determinó el Ministerio

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